Resulta oportuno que, en términos de motivación, vamos más allá de las frases de cajón y que nos adentremos en estudios científicos y en evidencias, Por ejemplo, nuestro cuerpo tiene más de 70% de agua, y dirás: ¿Qué tiene que ver esto con los pensamientos?
El Dr. Masaru Emoto fue un japonés que se dedicó a estudiar los impactos de los pensamientos y los sentimientos en el agua. De hecho, afirmó que el agua tiene memoria, y en conclusión, se dio cuenta que las moléculas de agua expuestas a impactos negativos de palabras, música estridente, o sentimientos negativos, al ser congelada, representaba figuras caóticas. Sin embargo, en las moléculas de agua expuestas a altas vibraciones de amor, música agradable y sentimientos de amor, generaban figuras armónicas y tan perfectas como un copo de nieve.
Así que, asociando estas ideas a que los seres humanos tenemos un porcentaje tan alto de agua en el cuerpo, resulta oportuno saber, que, si nos exponemos a altas vibraciones negativas sean de palabras, informaciones, música negativa o gritos, nuestra salud y nuestros comportamientos obedecerán a estos efectos.
“Cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio”
Comunicación asertiva y pensamiento
Parte de la comunicación asertiva radica en el silencio, y es que hay un hermoso proverbio hindú que dice que “cuando hables procura que tus palabras sean mejores que el silencio”. Así que, el silencio es un prodigio del que pocos gozan a la hora de saber comunicar.
Dice Mario Alonso Puig (médico, escritor y orador) que está comprobado científicamente que las buenas palabras salvan vidas. Existen múltiples estudios que lo comprueban, donde se aduce a la recuperación de enfermos terminales, la comunicación y el afecto recibido por sus seres queridos. Así que ya sabes: “más vale hablar desde el amor, que rugir desde la desazón”
