Luis Figo en “Universo Valdano” de Movistar Plus, contaba a Jorge Valdano que, cuando visita Barcelona, “no falta el tonto, que dice algo”, queriéndole recordar su polémico traspaso del club catalán al Real Madrid, hace ya más de 20 años, en lo que significó el primer fichaje “galáctico” de la era Florentino Pérez. El portugués daba a entender al argentino, que lo mejor es pasar de esas situaciones que son aisladas.
Como en el Colombia-Chile en Alicante, en octubre del 2019, ahora en Valencia en el Colombia-Irak, los “tontos que no faltan”, quisieron enlodar la imagen de los 15 mil aficionados que quisieron acompañar a la selección en Mestalla en su camino hacia el mundial 2026.
Atónitos, pasados los primeros 15 minutos del partido, los asistentes al estadio valencianista, presenciaban cómo algunos desadaptados lanzaban sillas y se enfrentaban a golpes, alguno incluso con un extintor, en una pelea sin fundamento que generó vergüenza general. Dos minutos de indecencia con el partido en juego, hasta que la seguridad privada y luego la policía, intervino para disolver la torpeza.
“Fuera, fuera”
“Fuera, fuera” coreaba todo el estadio; los demás aficionados, los otros 15.000, “gente de bien” que por fin podía lucir sus camisetas, aquellas que guardan como tesoros, para una ocasión como esta. Todas las camisetas de la selección de todas las épocas, amarillas, azules y rojas; las de Millonarios, América, Nacional, Medellín, Cali, Santa Fe, Pereira, Junior, Tolima y demás, se lucían con orgullo y pacíficamente, tanto dentro como fuera de Mestalla. Un sentimiento que solo se puede entender viviendo en el exterior.
Pues, como Figo da a entender a Valdano, lo mejor es pasar de ellos. “Fuera, fuera” a los “tontos que no faltan”.
