Texto y fotografías: José Luis Martínez Arce. www.jlarce.com.
Jesús David Sánchez Lizcano nació en Cúcuta en el año 1992 sin sus extremidades superiores debido a la extraña enfermedad de la focomelia. Pero esta discapacidad no supone ningún límite para él, sino un reto al que hacer frente cada día para conseguir sus objetivos. Actualmente reside en Madrid desde hace 6 meses, compaginando su trabajo como artista con los estudios de cara a que su familia pueda venir en un futuro.
Licenciado en Educación Artística, Jesús nunca ha dejado de formarse y trabajar en aquello que le apasiona: el arte. Una pasión que le ha llevado a exponer sus obras en diferentes ciudades e instituciones tales como el Museo Nacional de Buenos Aires o en la Universidad Nacional de Chile.
Pero no todo ha sido un camino de rosas, el sacrificio y la persistencia han sido dos constantes en su vida a la hora de lidiar con la frustración y el vértigo que supone embarcarse en el mundo del arte. Con el transcurso de los años ha ido desarrollando una mayor motricidad en ambos pies que a día de hoy le permite realizar obras completas en apenas una hora.
Artista plástico, docente, pianista, escritor, conferenciante y padre de familia son algunas de las facetas que caracterizan a Jesús.
“Desarrollé mi creatividad a base de errores”
Gracias a esta independencia en ambos pies, descubrió que tenía un gran potencial para tocar el piano, por lo que empezó una carrera como pianista clásico, inspirándose en figuras de la talla de Chopin o Ludovico Enaude cuyas piezas interpreta con increíble facilidad.
Pero todo esto no hubiera sido posible sin un arduo período de aceptación y adaptación al entorno. Jesús agradece cada día la confianza y apoyo incondicional recibido por familiares, amigos y docentes, así como los valores recibidos en su infancia los cuales han forjado un carácter y madurez mental que le han permitido llegar hasta donde está.
La zona de confort suele ser ese estado mental en el que una persona se siente segura con su entorno, pero pese a que aparentemente no tenga por qué ser algo negativo, si no nos paramos a analizar nuestro entorno y tratamos de enriquecerlo, puede convertirse en un arma de doble filo. Jesús siempre ha sido muy consciente de esto, sobre todo cuando toda su vida ha tenido que lidiar con una discapacidad congénita que le ha supuesto invertir el doble de tiempo en aprender destrezas tan básicas como mantener el equilibrio o cambiarse de ropa.
En sus charlas, este suele ser uno de los puntos clave a tratar.
“Nuestra actitud al iniciar un nuevo día va a determinar el transcurso del mismo”
El hecho de ser diferente no le supone un impedimento para realizar sus labores cotidianas, sino que le hace mirar la vida con una perspectiva única, analizando profundamente las situaciones y el entorno que le rodea desde la comprensión y el amor hacia el prójimo.
Siempre ha tenido presente que en la vida tenemos dos opciones a la hora de enfrentar los problemas: responsabilizándonos de ellos o evadiendo dicha responsabilidad: “Trato de ver los problemas como retos y adoptar una actitud positiva y responsable frente a los mismos, ya que esta suele ser más trascendente que el problema en sí. Haber nacido sin brazos es el reto de mi vida”.
El deporte le ha acompañado durante toda su vida, en su adolescencia fue campeón regional de artes marciales de su ciudad y a día de hoy suele salir a correr y hacer estiramientos por el Templo de Debod cerca de su casa.: “Mantener la flexibilidad es una parte fundamental en mi día a día”.
Para Jesús la inclusión social debe abordarse desde la aceptación y no desde la pena: “el trato equitativo es clave para una adecuada inclusión social.
Cuando sale de casa para tocar el piano o pintar un cuadro no suele dejar indiferentes a ninguno de los viandantes que se cruzan con él, las miradas van desde la sorpresa, la admiración y la compasión. “Soy consciente de mi condición, y es por ello que siempre he querido participar e involucrarme con el entorno para no ser excluido
“El miedo llega a nuestras vidas para hacernos dudar de nosotros mismos y nuestro potencial, nos paraliza y frustra, hay que aceptarlo y sentirlo como un reto a superar”
“La felicidad va de la mano de la armonía con uno mismo”
Quizás lo fácil hubiera sido convertirse en una persona dependiente toda su vida, pero gracias a la educación recibida de niño junto con su espíritu de superación, ha logrado forjar una fortaleza que le ha facultado para superar sus miedos y descubrir el valor que lleva dentro inspirando a miles de personas en todo el mundo.
Jesús mira hacia el futuro con optimismo, y desde su llegada a Madrid en septiembre de 2021 no ha dejado de emprender cada día con una actitud positiva y de gratitud demostrando que los límites están dentro de la mente y que a pesar de no tener brazos tiene la capacidad para hacer lo que se proponga.