Metas y logros

“Construyendo paz con equidad desde Nariño”

“Construyendo paz con Equidad desde Nariño” se desarrolló entre los años 2015 y 2020, beneficiando de manera directa a organizaciones y pobladores de 10 municipios del departamento de Nariño: Los Andes, Taminango, San Lorenzo, Arboleda, La Unión, San Pablo, Colón, Yacuanquer, Sandoná y zona rural de Pasto. De manera indirecta se alcanzó la participación y la incidencia en organizaciones de los municipios de El Tambo y La Cruz, en Nariño, y Mercaderes y Bolívar en el sur del Cauca.

El proceso de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc-Ep fue una coyuntura en la que los territorios acompañados vieron como la esperanza de alcanzar la paz era cada día más difusa, especialmente con lenta implementación del acuerdo de paz. El ascenso de la violencia del narcotráfico y el reajuste de los actores armados en el departamento de Nariño marcó el desarrollo de las distintas agendas o apuestas por la paz que las organizaciones de la sociedad civil venían construyendo.

A pesar de ello, fortalecimos las iniciativas de las organizaciones de base que se venían desarrollando mucho antes del proceso de paz. Estas iniciativas venían madurando y concibiendo la paz como algo más complejo que la terminación de la guerra, más bien era la posibilidad de promover el desarrollo de regiones y de las comunidades, el acceso a derechos y la vida digna en cada uno de los territorios que se acompañaron.

Durante estos cinco años, la intervención se organizó a partir de tres grandes metas con acciones concretas en cada una de ellas.

Construcción de paz

Fortalecer iniciativas comunitarias de construcción de paz desde una perspectiva territorial:

a. Espacios de formación para fortalecer: participación política, promoción de los DHESCA, Derechos de las mujeres campesinas y Violencias Basadas en Género, identidad, memoria e historia del campesinado y del pueblo indígena Quillacinga, desde sus saberes y luchas.
b. Apoyo y promoción de los liderazgos de las mujeres y las organizaciones en escenarios de discusión política municipales, regionales y nacionales.
c. Formación a jóvenes como futuros líderes de las organizaciones campesinas de base y como agentes de cambio en el territorio.
d. Formación de colectivos de comunicación que apoyaron la visibilización de las actividades de esta intervención.
e. Fortalecimiento de las redes y plataformas en las que venían participando las organizaciones.
f. Visibilización del liderazgo de las mujeres.
g. Reconocimiento de la importancia de las mujeres en los procesos de defensa del campesinado y la necesidad de continuar potenciando su liderazgo comunitario.

Exigibilidad de derechos

Ampliación de capacidades de las mujeres para la interlocución, la exigibilidad de derechos y la incidencia política:

a. Formación política con la cual se dieron herramientas para fortalecer capacidades de gestión e incidencia en políticas relacionadas con el campesinado como beneficiarios. Esta formación se realizó conjuntamente con la Universidad Javeriana de Cali obteniendo los participantes un diplomado certificado por la misma.
b. Se realizaron publicaciones para analizar y visibilizar información sobre la vulneración de derechos en el territorio, como son: las problemáticas territoriales y retos para la exigibilidad de los derechos del campesinado; la defensa del agua y los acueductos comunitarios; los conflictos socioambientales en el territorio y los riesgos de la minería a gran escala; las agendas o apuestas de construcción de paz para el departamento o las tendencias y retos de la movilización social en Nariño.
c. Apoyo a espacios de interlocución e intercambio para fortalecer el trabajo en red que se desarrolla entre las organizaciones a nivel local, regional y nacional.
d. Reconocer y visibilizar la identidad indígena Quillacinga. Este reconocimiento consistió en una investigación colectiva que dio como resultado un catálogo de plantas medicinales (Cabildo Quillacinga de Gualmatán) en el cual se rescatan los usos medicinales de plantas usadas principalmente por mujeres de la comunidad.
e. Acompañamiento a las organizaciones en el plano electoral (años 2015 y 2019) realizando foros con los candidatos a las alcaldías de los municipios de Pasto, Yacuaquer, San Lorenzo y San Pablo. Las organizaciones locales con las que se trabajó presentaron propuestas y, en algunos casos, los candidatos firmaron pactos ciudadanos.
f. Durante los periodos electorales Cinep/PPP, H+D y los aliados en la intervención, articulamos el trabajo con la Plataforma Nariño Decide, liderada por PNUD, Fundación Suyusama y la Agencia de desarrollo local Adel-Nariño.
g. Fortalecimiento de propuestas de desarrollo y ordenamiento territorial que las sustentan como son los Planes de Vida familiares, comunitarios (Pastoral Social) y regionales (Territorio Campesino Agroalimentario).
h. Realización de campañas para posicionar temas en la agenda pública de los municipios: Declaración de San Lorenzo como Territorio Libre de Transgénicos; Actos de denuncia contra la violencia hacia las mujeres; Encuentros por la defensa del Agua y las semillas; y consultas populares legítimas en el municipio de San Lorenzo.

Autonomía económica y alimentaria de las mujeres

Promover e incrementar la autonomía económica y alimentaria de las mujeres:

a. Diversificación productiva en casi 1000 fincas campesinas en diez municipios acompañada de una formación en agroecología en la que participaron mayoritariamente mujeres. La diversificación de cultivos asegura su sostenibilidad y también el fortalecimiento de las huertas caseras para garantizar y mejorar la alimentación familiar.
b. Se fortalecieron 50 grupos de ahorro y crédito que mejoraron el acceso a créditos de las mujeres, así como las capacidades administrativas de los mismos

Resumen

En resumen, podemos decir que la interrelación de estas tres grandes metas y sus respectivas acciones, fortalecieron cinco grandes procesos territoriales que las organizaciones venían trabajando colectivamente desde hace varios años y que se resumen a continuación:

1.            Exigibilidad de derechos desde el enfoque diferencial: Con las distintas actividades se contribuyó al fortalecimiento de tres sectores poblacionales: 1) mujeres campesinas, 2) mujeres indígenas y 3) juventud campesina. 
2.            Promoción de la autonomía económica y alimentaria de las mujeres campesinas: Se reconocieron y fortalecieron las capacidades de las mujeres campesinas y sus organizaciones comunitarias con el fin de buscar estrategias para promover su autonomía económica pero también impulsar su liderazgo dentro de las comunidades.
3.            Formación y consolidación de liderazgos: Consistió en un gran programa de formación llamado “Haciendo del Saber una Minga” el cual tuvo varios espacios de formación acordados y construidos conjuntamente con aliados y organizaciones priorizadas por el convenio.
4.            Fortalecimiento de las organizaciones sociales y consolidación de redes en el territorio: De forma complementaria con la formación, con esta intervención se fortalecieron unas redes territoriales y se crearon nuevas relaciones entre actores de las mismas que permitieron avanzar en la construcción de propuestas organizativas y en nuevas formas de intercambiar conocimientos propios de la región.
5.            Construcción de apuestas para el ordenamiento territorial: El fortalecimiento de los anteriores procesos permitió que se impulsaran propuestas para incidir en el ordenamiento territorial desde las comunidades por medio de Planes de Vida, la declaración de Territorios Libres de Transgénicos, la proclamación de Territorios Campesinos Agroalimentarios o simplemente fortalecer espacios de diálogo regional, en los que bienes comunes como el agua, son ejes centrales para el fortalecimiento y acción de las organizaciones en defensa de sus territorios.


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