Los Menas y los derechos de los niños

Foto Unicef

Actualmente en España, es posible que no exista un término más estigmatizado y menospreciado que el denominado “MENAS”. Lo grave es que este nombre se refiere a “Menores Extranjeros No Acompañados” sujetos y objetos de protección que vienen huyendo de sus países de origen y buscan refugio. Este colectivo sale de su lugar de origen huyendo de la miseria, violencia y alto riesgo de exclusión.

Cuando llegan a naciones como España viven en sitios de acogida que muchas veces superan el cupo de personas y carecen de acompañamiento técnico suficiente. Viven en una gran incertidumbre porque no tienen seguridad de conseguir documentación al cumplir los 18 años y por eso están a la búsqueda de modos de sobrevivencia por fuera de los saturados alojamientos.

Las mafias aprovechan para tomar contacto con los menores desorientados en sus horas de salida de los Centros. Les empiezan a motivar para conseguir su independencia con primeros ingresos cometiendo delitos, hasta que quedan atrapados por el círculo vicioso de la delincuencia: Si estando en las residencias dejan de cometer delitos en el barrio, las mafias les denuncian, y si siguen entrenándose, les ofrecen en el futuro pisos okupas con otras personas. Aunque menos del 10 por ciento de “Menas” se ven involucrados en delitos en los barrios donde viven, se cumple el adagio popular: por uno pagan todos.

El siguiente paso en su estigmatización, es cuando partidos políticos y grupos xenófobos convierten la inconformidad de los vecinos con los delitos de un número reducido de “Menas”, en la excusa para acusar a todos los menores acogidos, como delincuentes. Con ello promueven el malestar en el barrio, provocando que los Centros salgan de los barrios, acusándoles de ser escuelas de delincuentes. La bandera del odio contra la migración es rentable en elecciones y por eso exigen la expulsión de los “Menas” de los barrios. Buscan de esta manera, atacar a quienes defienden la rehabilitación e integración social de los “Menas” infractores, en el marco de los derechos universales del niño.

Atención inadecuada

Entidades como UNICEF explican que los “Menas” que entran en una fase de no adaptación por posibles hacinamientos y atención inadecuada, pasan a sentirse excluidos, siendo caldo de cultivo para que mafias los lleven a caer en la mendicidad y cometer delitos para conseguir dinero y preparar su independencia.

Como se mencionó anteriormente, hay una minoría de niños que estando en protección cometen delitos y se convierten en temor para la comunidad. Al verse señalados por los vecinos, muchos de ellos huyen de los alojamientos temporales y terminan viviendo de okupas. Estando en esta condición, se ven obligados sistemáticamente a cometer robos para sobrevivir y están atemorizados de regresar a los albergues por temor a ser encarcelados. De allí, las mafias los convierten en esclavos de redes de delincuencia profesionales.

Expertos han señalado que más del 90 por ciento de “Menas” logra integrarse y hacer parte de familias que les acogen o logran su propio proceso de regularización. Sin embargo, esto se invisibiliza ante la sociedad. Los grupos xenófobos lanzan a los medios el argumentario que todos los “Menas” son delincuentes y el mensaje lo llevan a los medios de comunicación y a recintos políticos, como el Congreso, pidiendo su expulsión.

La entidad multilateral UNICEF, que protege desde la Organización de las Naciones Unidas los derechos del niño, señala que los niños quieren estudiar y hacer algo. Desafortunadamente, al no poder hacer nada importante en los Centros, sienten que están perdiendo los mejores años de su vida. De otro lado, cuando son escolarizados también tienen problemas porque no hay refuerzo y muchos de ellos pasan 6 horas en clase sin enterarse de nada.

Está claro que como menores de edad no acompañados tienen los derechos de todos los niños y en este contexto deben ser amparados

UNICEF ha realizado varias investigaciones al respecto. Uno de los últimos estudios se hizo en 2019 en 15 Centros de Menores dónde se entrevistó a funcionarios, niños, autoridades y policías. El informe muestra una gran variedad de problemas entre ellos la saturación y el riesgo a llegar a una mayor situación de exclusión por parte de los menores. En la investigación se destaca, que las niñas tienen el doble riesgo que los niños, porque se ven obligadas a migrar precisamente porque están buscando no seguir siendo excluidas en su núcleo familiar y social por el hecho de ser mujer. En origen, resultan afectadas por fenómenos como impedirles que estudien y obligarlas a casarse. Después en el trayecto sufren los peligros de violación debiendo callarse. Solo así, evitan ser asesinadas y pueden continuar su proyecto migratorio, inclusive en pateras.

En España hay más de 986 mujeres menores no acompañadas y son minoría respecto a los hombres. Estas niñas cuando llegan a los Centros de Acogida, siguen teniendo el riesgo de ser explotadas sexualmente por personas inescrupulosas con las que se encuentran en sus salidas diarias. Todo esto debe invitar a valorar el drama de los “Menas” desde sus causas, reconociendo los “Derechos del Niño” y exigiendo a los xenófobos que no sigan criminalizando a todo un colectivo por una minoría que comete infracciones. Y se debe entender que los infractores tienen derecho a su rehabilitación más que a su expulsión, dado que es una minoría en riesgo de exclusión, que es víctima de mafias que los inducen a cometer irregularidades.

En conclusión, el colectivo de “Menas” debe ser objeto y sujeto de protección internacional por su vulnerabilidad. Está claro que como menores de edad no acompañados tienen los derechos de todos los niños y en este contexto deben ser amparados.

Columnista Julian Castrillon en escolombia

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