





























El conversatorio «Diálogos migrantes: antirracismo y paz» reunió en el Espacio cultura Estudio Afro a María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico y Delegada del gobierno de Colombia en los diálogos de paz con el ELN; Andrés Camacho, ex ministro de Minas y Energía de Colombia; Jéssica González Herrera, regidora de Barcelona en Comú; y Angélica Orozco, Concejala de EH Bildu en Bilbao; con la coordinación y presentación de Yeison García.
El territorio está disputa
María José Pizarro argumentó su percepción agridulce al hablar de paz porque los diálogos con el ELN no se están viendo materializados, en un contexto donde el tiempo del actual gobierno se agota. Lamentó la Senadora la poca movilización en apoyo a este proceso comparándolo con lo vivido en tiempos de las negociaciones con las FARC.
«Lo cierto es que hemos tenido muy pocos espacios de movilización y de reclamo y de abrazo a la paz en este gobierno. Así, difícilmente podemos ejercer una presión social para que, inclusive, los grupos amados se sientan convocados e interpelados.
Tristemente hemos entrado en un conflicto diferente que tiene unas características distintas y la sociedad lo está viviendo. El territorio es un territorio en disputa. No se sabe si las organizaciones armadas, están combatiendo contra el ejército o entre ellas», declara Pizarro.
Transición energética justa
Andrés Camacho, asegura que la transición energética es una disputa geopolítica, donde se vive una pelea por el poder global, con la tecnología y la inteligencia artificial. Colombia quiere lograr una transición energética justa e implica, en esa discusión global, hacer las cosas de una manera distinta, que resuelva los problemas de injusticia que históricamente se han consolidado en un país de desigualdades. Es un proceso que no ocurre de un día para otro.
Buscar causas comunes
Angélica Orozco indica que para construir es necesario buscar causas comunes, propiciando encuentros, fortaleciendo liderazgos. Reveló que «a veces, las bases sociales y los compañeros nos dejan solas, como si nosotras desapareciéramos por el hecho de estar en un espacio de representación política». Afirmó que desde aquí se puede acompañar los procesos que vive Colombia.
Manifestó que «formar parte de un partido político en España es muy enriquecedor, y lo que vivo no es una doble militancia; es una forma natural de vivir estos dos espacios»
Articulación transnacional
Jéssica González reitera que la unión de las luchas tiene que darse porque no hay otra opción. «Estamos luchando por la justicia social, por la dignidad, por la democracia. La articulación transnacional es urgente».
Agrega que la construcción del pensamiento también tiene que ir materializado en hechos, aquí y allá. «Tenemos que construir una agenda migrante aún más fuerte, que pase por recursos, presupuestos y reconocimiento de las diásporas como agentes políticos de aquí y allá».
Consulta popular
María José Pizarro insistió que es muy difícil construir esperanza y futuro en medio de tanta incertidumbre; recalcó que «es tiempo para pensar una alternativa y un modelo de vida completamente diferente, con oportunidades para la gente, lo que implica un modelo de desarrollo diferente; ser un país productivo, avanzar en la industrialización y poner la tecnología en función del conocimiento».
La Senadora del Pacto Histórico animó a los colombianos en el exterior a participar en una eventual consulta popular, donde la gente sea protagonista de su propia transformación.
«Este no es el tiempo de la resistencia; es el tiempo de construir una Colombia de oportunidades; es el tiempo de construir una Colombia para nosotros; es el momento de avanzar, es el momento de conquistar lo que nos hemos propuesto, es el momento de revisar con mucha sinceridad nuestro programa y de preguntarnos qué pudimos cumplir y qué no.
Así que se viene un año de muchísimos retos por delante, un año en que ustedes son vitales, son esenciales, en su compromiso, en su voluntad, que la gente no se une solo porque tenga pánico y miedo» ha sido el mensaje que María José Pizarro dejó a la diáspora.