Luz María Reynosa Ramírez
Orientadora Escolar Normal Superior de Caldas
Estamos viviendo tiempos difíciles, circunstancias que han hecho evidentes los conflictos que se dan en las diferentes relaciones tanto interpersonales como intrapersonales del ser humano, tiempos que nos han retado a nuevos aprendizajes y también a tener que desaprender, pero no olvidemos que cuando vemos los problemas es cuando podemos solucionarlos.
La resolución de conflictos es una competencia que nos permite encontrar variadas estrategias para afrontar las situaciones, lo positivo es que todo puede mejorar; es importante conservar la esperanza de que todo va a estar bien, retomar la calma, valorar, respetar, considerar a quien está a nuestro alrededor: el poder tener la capacidad de gestionar las emociones (inteligencia emocional) y reconocer la diversidad de quienes nos rodean, es tener un pensamiento crítico y flexible (actitud positiva – empatía); el saber comunicar y recordar siempre las cosas buenas que hay en todos aquellos a quienes queremos y que también están ahí para darnos una mano, una voz de aliento (comunicación asertiva).
Convivencia
Pero lo más importante es esforzarnos y luchar día tras día para ser mejores seres humanos y de eso se trata la convivencia, de que cada uno dé lo mejor de sí y ponga un granito de arena para que tengamos mejores familias y en consecuencia una sociedad mejor.
Debemos animarnos a reconstruir nuestras relaciones y a construir un mundo lleno de esperanza para las nuevas generaciones, quienes recibirán nuestro legado y tendrán en sus manos el futuro de la humanidad, los líderes del mañana, por lo cual el fortalecimiento de competencias como el LIDERAZGO, MANEJO DE CONFLICTOS y el desarrollo de nuevas competencias como las TECNOLÓGICAS, CIENTÍFICAS, ECOLÓGICAS, conforme a las demandas de la sociedad actual, es inevitable.
Creatividad
Es entonces la oportunidad para que desde los diferentes roles, Orientadores Escolares, Padres de Familia, Educadores y desde las diferentes profesiones, se fortalezcan las habilidades para la vida y desarrollemos las competencias para que, a través de nuestro ejemplo, forjemos en ellas, las nuevas generaciones, los valores que les permitirán enfrentar los nuevos retos que nos impone el devenir social desde todos los ámbitos del quehacer humano, a través del desarrollo de una comunicación efectiva, proactiva, altamente propositiva que propicie la generación de climas nutritivos desde la FLEXIBILIDAD para adecuarnos a las circunstancias, así como desde nuestra capacidad de RESILIENCIA, que ahora más que nunca se ha hecho visible, cuando nos damos la oportunidad de crear desde nuestras posibilidades y aprender del lado de éstas (CREATIVIDAD).
Excelente artículo, hay mucho que desaprender y mucho para aprender, renovarnos, mejorar, que será no solamente en bien propio sino también de aquellos que nos rodean, nuestro prójimo, así practicaremos la palabra de Dios que nos enseña a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos.