“Construyendo paz con equidad desde Nariño”
Además de contribuir a la construcción de paz, la exigibilidad de derechos y la autonomía económica y alimentaria de las mujeres, el Convenio también ha apoyado cinco grandes procesos territoriales que las organizaciones venían trabajando colectivamente desde hace varios años:
- Exigibilidad de derechos desde el enfoque diferencial: Con las distintas actividades se contribuyó al fortalecimiento de tres sectores poblacionales: 1) mujeres campesinas, 2) mujeres indígenas y 3) juventud campesina.
- Promoción de la autonomía económica y alimentaria de las mujeres campesinas: Se reconocieron y fortalecieron las capacidades de las mujeres campesinas y sus organizaciones comunitarias con el fin de buscar estrategias para promover su autonomía económica pero también impulsar su liderazgo dentro de las comunidades.
- Formación y consolidación de liderazgos: Consistió en un gran programa de formación llamado “Haciendo del Saber una Minga” el cual tuvo varios espacios de formación acordados y construidos conjuntamente con aliados y organizaciones priorizadas por el convenio.
- Fortalecimiento de las organizaciones sociales y consolidación de redes en el territorio: De forma complementaria con la formación, con esta intervención se fortalecieron unas redes territoriales y se crearon nuevas relaciones entre actores de las mismas que permitieron avanzar en la construcción de propuestas organizativas y en nuevas formas de intercambiar conocimientos propios de la región.
- Construcción de apuestas para el ordenamiento territorial: El fortalecimiento de los anteriores procesos permitió que se impulsaran propuestas para incidir en el ordenamiento territorial desde las comunidades por medio de Planes de Vida, la declaración de Territorios Libres de Transgénicos, la proclamación de Territorios Campesinos Agroalimentarios o simplemente fortalecer espacios de diálogo regional, en los que bienes comunes como el agua, son ejes centrales para el fortalecimiento y acción de las organizaciones en defensa de sus territorios.
FUNDACIÓN HUMANISMO Y DEMOCRACIA (H+D)
Durante los 40 años de actividad ininterrumpida, la Fundación Humanismo y Democracia (actualmente denominada Fundación Concordia y Libertad) ha querido aportar su visión, desde los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano, a la organización de nuestra sociedad en sus aspectos humanos, sociales, políticos y culturales. Al mismo tiempo, la Fundación ha servido a la convicción de que una Europa unida y sin barreras es un espacio para la libertad, la seguridad y la prosperidad de sus habitantes, y una fuente de paz y estabilidad mundial.
En el ámbito de la Cooperación internacional, la Fundación trabaja para la erradicación de la pobreza a través de proyectos de cooperación internacional para el desarrollo, actualmente en marcha en América Latina (República Dominicana, Colombia, Perú y Bolivia), así como Filipinas en la región Asia-Pacífico. Como criterio general, ofrecemos un enfoque preferente a favor del fortalecimiento de capacidades institucionales, tanto de las Administraciones Públicas como de la sociedad civil, como factor esencial para garantizar la sostenibilidad del progreso económico, social y político de los países y las personas. En esta línea hemos avanzado en la promoción de prácticas de buen gobierno local, mejora de la gestión municipal y prestación de servicios públicos, promoción de la descentralización, refuerzo de las capacidades de la sociedad civil y la participación de indígenas y otros grupos excluidos de la actividad pública.
Colombia enfrenta hoy retos importantes para su futuro. El fin del conflicto armado y la desigualdad de sectores de la población tradicionalmente excluidos como las mujeres o la población campesina hacen necesaria todavía la presencia de la Cooperación Española.
Desde la Fundación estamos plenamente comprometidos con el país, y apostamos por proyectos dirigidos al desarrollo rural integral, el abastecimiento de agua potable, la construcción de paz, la integración social y económica de la población más vulnerable y la promoción de los derechos de las mujeres.