El proyecto migratorio de un individuo no es algo estático en el tiempo, sino al contrario, este se desarrolla de manera dinámica, contemplando continuos cambios que dependen de circunstancias tanto particulares como por el mismo contexto en el que se producen sus acciones. Permanecer en el exterior o retornar a Colombia, se muestra como un aspecto recurrente en la trayectoria migratoria.
Según la Encuesta de caracterización del colectivo colombiano para el retorno en situación de post-conflicto (ECCR) realizada por AESCO en 2016, el 46% de la población colombiana en España señala su intención de retornar cuando se vincula este fenómeno con el periodo de posconflicto. Cerca del 80% manifiesta esta decisión en la seguridad y tranquilidad que el país ofrecería; y, por otro lado, un 15,4% motiva su intención en la mayor inversión que el gobierno realizaría en otros sectores y la mejora de la calidad de vida.
Ante esta situación, empiezan a surgir múltiples interrogantes acerca de quiénes retornarían y cómo lo harían.
De acuerdo a la ECCR, podemos observar distintas características de la población encuestada en relación a la intención o no de retornar a Colombia. En cuanto al género, son las mujeres quienes muestran una mayor propensión de volver al país, mientras que en los hombres prima la permanencia en España.
Tal situación, obedece entre otros factores, a los aspectos culturales y las formas en las que se asignan los roles de género, donde las mujeres tienen un mayor apego hacia la familia que se queda en Colombia (padres, hijos, etc.) y, por tanto, los lazos hacia el país de origen se muestran más estrechos.
Por otro lado, en cuanto a la edad, es la población más adulta la que muestra mayor intención de regresar al país; en cambio, los jóvenes buscan una mayor permanencia en España, lo que reafirma una selectividad contraria a la emigración inicial. Así, los proyectos de retorno llegan a ligarse para unos, con fines de jubilación, pero también para otros, en la idea productiva referida al emprendimiento.
Ahora bien, si observamos las regiones de retorno según los colombianos encuestados, es notable aducir que el departamento que recibiría una mayor migración sería el Valle del Cauca, condición que se asemeja a los flujos migratorios de salida que tiene esta región. Casi el 50% agrupa las regiones de Risaralda, Antioquia, Caldas y Quindío, y un 10,3% estaría determinado en Cundinamarca, zona que alberga la capital colombiana.
Todas estas decisiones están supeditadas a factores tanto micro —familia, redes— como macro —conocimiento del mercado, dinamismo económico— que pueden servir de influencia a la hora de plantearse regresar.
De esta manera, los resultados proporcionados acerca del retorno colombiano, nos indica en primer momento la importancia que este hecho ha ido tomando durante los últimos años, y pone de relieve los ingentes desafíos que el gobierno colombiano tiene frente a este fenómeno.