
Francisco de Roux Rengifo | Presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.
El informe El legado de la Comisión de la Verdad, no es la verdad acabada, eso no existe. La Comisión ha entregado un documento muy serio, pero es una contribución a seguir abriendo la verdad de Colombia y a seguir avanzado. Ese es el desafío.
Lo que importa es la reconciliación de los colombianos y que nunca más haya víctimas de la guerra en Colombia, de la violencia política.
Responsabilidades de estado
Hubo resistencia a dejarse impactar por el sufrimiento de la gente. Muchas cosas se supieron. Vimos las grandes masacres: Bojayá, El Salado, La Gabarra, Barrancabermeja… masacres de 60 y 100 personas. El país no se movilizó… como si fuera una película de otros.
Vimos que se llevaban los niños a la guerra, más de 18 mil; hubo 51 mil secuestros; 121 mil desaparecidos. Y…
¿dónde estaba Colombia y los gobiernos, el Congreso y los partidos políticos, el empresariado..?
¿Cómo es posible que construyéramos en medio de todo esto?
¿Con qué cara nos presentamos como seres humanos?
¿Por qué llegamos a esta realidad tan dura y qué rostro poner ante los falsos positivos, 6.402 que en realidad pasan de 8.000? Y el ejército comprometido.
Son responsabilidades de estado, gravísimas.
No eran desapariciones forzadas, no eran militantes de izquierda, pero los muchachos de los falsos positivos no tenían nada que ver con la guerra. Inventaron combates que nunca existieron; trajeron a la Fiscalía para que certificará y luego condecoraron a los militares. Produjo un rompimiento de la moral enorme
«El ochenta por ciento de los que murieron en la guerra, son civiles que no querían la guerra»
¿Cómo es posible que los colombianos hayamos dejado pasar una barbarie de estas dimensiones y que el país no se haya sacudido? Esto no tiene sentido.
La vida de un ser humano vale muchísimo más que Ecopetrol, muchísimo más de lo invertido en el ejército; muchísimo más que las empresas.
Una nación no se construye así
Una vida humana no tiene precio, es un valor inconmensurable. Una nación no se construye así. No hay futuro. Cuando decimos que no hay futuro si no hay verdad, estamos hablando de los seres humanos.
Problemas sociales y políticos, como la tierra concentrada en pocas manos, se decidió resolverlo por la guerra. Y no salimos de ella. Y como pasa con todas las guerras, se deterioró; le dio espacio al narcotráfico porque se necesitaba dinero para mantenerla.
El ochenta por ciento de los que murieron en la guerra, son civiles que no querían la guerra.
Uno de los mensajes de la Comisión es que la guerra se inicia por pequeñas cosas o por la decisión de un político, como lo que está viviendo Europa con Ucrania y Rusia. Y son problemas políticos, que se pueden y se deben resolver políticamente en una negociación.
Si algo queremos decirle al mundo, después de 60 años de guerra y de muertes inútiles, es que ¡paren la guerra!, ¡paren la guerra!