30 años construyendo inclusión

AESCO cumple 30 años, y quiere hacer un recorrido por su trayectoria, y desea compartirlo con todos; una trayectoria de trabajo por construir inclusión social para la inmigración, sin olvidar que ella, la inmigración, comparte las situaciones y consecuencias del empobrecimiento que ha sufrido también la población autóctona, en las dos grandes crisis que se ha sufrido en este período de tiempo en España.

Desde sus inicios, el objetivo principal de la entidad ha sido fomentar y establecer vínculos de solidaridad e intercambio entre Europa y América Latina, en las regiones donde la población desfavorecida tiene iniciativas propias de autogestión e incidencia para mejorar sus condiciones de vida.
Sus programas de cooperación se han caracterizado por hacer frente a la brecha social, económica y política de poblaciones con precariedad y vulnerabilidad económica, olvidadas y marginadas, que, sin embargo, se encuentran en entornos con el potencial de su gente para revertir esa situación.

La cooperación en AESCO no busca un asistencialismo o impacto a corto plazo —salvo en casos de catástrofe o situaciones de excepción como desastres naturales o bélicos, en los que es necesario garantizar como primer paso la estabilización de la urgencia — el objetivo de la entidad es ofrecer herramientas que provoquen cambios profundos en la comunidad con la incorporación de nuevas dinámicas que generen acceso a recursos que antaño no tenían.

Cuatro periodos

Para hacer este recorrido por su historia, se dividirá en cuatro periodos que se diferencian en la forma de afrontar las circunstancias propias y exclusivas de cada uno y que se irá narrando en estas páginas a lo largo de este año de retos.

Cooperación

El primer periodo transcurre entre 1995 y 2005 y se caracteriza principalmente por la ejecución de programas eminentemente de cooperación, es decir, enfocados a poblaciones rurales de América Latina, coincidiendo con la aparición de la cooperación descentralizada en España.

Nuevas áreas de intervención

El segundo periodo se desarrolla de 2007 a 2011 y se define por la apertura de nuevas áreas de intervención que tuvieron por objeto la población residente en España —inmigrantes, mujeres víctimas de violencia, personas en situación de desempleo, población vulnerable, etc.—. En general fue la etapa de la llegada de población latinoamericana y su acogida y la adecuación de políticas necesarias para la integración, que marcó buena parte del quehacer de la Entidad.

Echando la mirada atrás, fueron tiempos de lucha por aquellas regularizaciones que finalmente se lograron, luchas por un trabajo de igual salario y por dignificar el trabajo de las trabajadoras domésticas. El peso de los programas de cooperación en esta etapa bajó, dejaron de suponer la acción exclusiva de la entidad, y se abrió camino a nuevas causas.

Durante estos años aparecería en AESCO un programa que marcaría el comienzo de una nueva realidad para la población migrante: el Retorno Voluntario. Este programa llegaba para afrontar la demanda de una población que, tras las circunstancias económicas, sociales y/o familiares quería retornar, pero que no tenía los recursos necesarios para hacerlo. Situación derivada principalmente de la pérdida de empleo en la gran crisis de 2008, producida por la especulación financiera en el sector inmobiliario.

Crisis humanitaria

El tercer periodo se identifica de 2012 a 2016 y se caracteriza principalmente por una reducción del 65,52% de los programas de cooperación con respecto al periodo anterior, pero aún más importante, es que estos proyectos se concentraron en su totalidad en el Retorno Voluntario, es decir, la entidad vio interrumpida —producto de las decisiones de  políticas públicas y los recortes acaecidos por la crisis económica europea— su labor social en las poblaciones rurales de América Latina, cambiando los programas de cooperación en paliar la crisis humanitaria de cientos de inmigrantes que no podían retornar a sus países de origen y auspiciando el retorno como política orientada e impulsada en aquel período por el gobierno.

Retroceso económico y social

La última etapa de este recorrido se ubica de 2017 a 2020, la cual está marcada por el contraste que existe en el inicio y el final de este periodo que aún no termina. Mientras que en estos años se experimenta un incremento de la cooperación de un 220% y reaparecen programas de cooperación que habían quedado interrumpidos en el periodo anterior, también se vive un retroceso económico y social en el mundo con la aparición de la pandemia de la COVID-19 que afecta principalmente a las poblaciones con menos recursos, acelerando vertiginosamente, la brecha de desigualdad, por cuenta de una crisis sanitaria global, precedida por la privatización y abandono del derecho a la sanidad.

A partir de este breve recorrido de los cuatro periodos por los que ha transitado AESCO en su trayectoria, a lo largo de este año, el objetivo es analizar con mayor profundidad cada una de estas etapas dentro de su contexto específico, con la tarea de seguir difundiendo sus propuestas y pensamiento, como lo ha hecho en aquellos duros momentos que han marcado a España y en los que la migración ha estado presente, pues, qué duda cabe, la diversidad llegó para quedarse.


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