Se llevó a cabo en las instalaciones del centro Área Formación y Consultores, en Valencia, el evento titulado: “Caminemos juntos sin barreras”. Fue un encuentro emotivo, muy emotivo, no solo por la organizaron que estuvo a cargo de las alumnas del curso, Asistencia a la dirección, sino por la calidad de los ponentes de la mesa redonda que estaba conformada, entre otros, por algunas personas con diversidad funcional de hasta un 83% que, aunque lleven la vida, literalmente, sobre ruedas, es decir, funcionan desde una silla de ruedas, han logrado sus objetivos de vida.
Tal es el caso de Javier, quien estudió empresariales en la Universidad de Castellón, hizo un Máster en Marketing, y, en la actualidad, realiza un doctorado en Comunicación en la Universidad de Valencia. Otro ejemplo, es el de Juan, estudiante de sociología de la Universidad de Valencia, y quien a su vez es formador de otras personas con diversidad funcional.
Pero ¿cuántas personas hay con diversidad funcional en España? De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE) en su publicación del último estudio realizado en el 2008, las personas con algún nivel de discapacidad eran del 8,5% de la población.
Sin embargo, el “Informe Olivenza 2017, sobre la situación general de la discapacidad en España” editado por el Observatorio Estatal de la Discapacidad y promovido por el Ministerio de Sanidad, Servicio Sociales e Igualdad, entre otras instituciones colaboradoras, afirma que existe 1.774.800 personas con diversidad funcional en edad activa, lo cual corresponde a un 5,9% de la población.
Vale la pena mencionar que en la Península Ibérica se da una bonificación a las empresas que contraten a personas con algún nivel de diversidad funcional con el fin de incluir a este colectivo dentro del mercado laboral. Asimismo, cabe resaltar del país ibérico que es un Estado que tiene cierto nivel de infraestructuras para estas personas, es decir, los autobuses tienen una pequeña rampa que se activa cuando una persona que va en silla de ruedas tiene que subir o bajar del autobús.
Igualmente, los edificios aparte de una escalera normal de entrada cuentan, también, con una rampa que permite mejor y mayor movilidad de estas personas; tienen parqueaderos especialmente adaptados para ellos; utilizan baños en cafeterías y restaurantes, especialmente, acondicionados para estas personas. En otras palabras, encuentran un cierto nivel de vida que les permite tener un mayor bienestar; pero aún falta más a fin de obtener la verdadera inclusión de esta comunidad.
Sin embargo, si nos vamos al otro lado del Atlántico, en Colombia, de acuerdo con el estudio: “Las personas con discapacidad en América Latina y el Caribe 2013”, afirma que en el país hay un 7% de personas con cierto nivel de discapacidad, encontrándose la tasa más alta de diversidad funcional en hombres que en mujeres, superior en las zonas rurales y en edades por encima de los 60 años. El mismo estudio manifiesta en torno a los aspectos étnicos que la mayor prevalencia de discapacidad se presenta en la población afro descendiente, tanto masculina como femenina.
La principal discapacidad de acuerdo al mismo estudio es la invidencia, seguida por la dificultad para caminar, subir escaleras o moverse y en último lugar las deficiencias auditivas.
No obstante, la población en situación de pobreza y extrema pobreza es la que presenta un mayor número de personas con diversidad funcional, debido a la falta de atención y cuidados oportunos que sufren estos sectores de población, de acuerdo al informe de la Organización Mundial para la Salud (OMS) 2011, en torno a la discapacidad.
En nuestro país, a diferencia de España, sí, hay mucho por hacer: Adecuar los autobuses para las personas que se desplazan en sillas de ruedas; habilitar, formular e implementar políticas públicas y servicios que reduzcan su discriminación; brindar una bonificación a las empresas que contraten personas con diversidad funcional; y esto es sólo el principio. En resumen, y como lo dijera uno de los ponentes: “las limitaciones y las barreras están en la mente de los seres humanos”, y, si las derribamos, al final, podríamos caminar juntos sin barreras.
